Hace algún tiempo leí que Wall-E, un trabajo de Disney y Pixar ambientado en un futuro lejano cuyos protagonistas son robots, había sido una de las películas más taquilleras de este año. Y cual ha sido mi sorpresa cuando ahora leo que ha sido elegida como la mejor película del 2008 por la Asociación de Críticos Cinematográficos de Los Angeles (LAFCA).
Yo la ví en su estreno, la volví a ver no hace muchos días y mi opinión acerca de esta película se mantuvo igual que el primer día, incluso empeoró, diría yo. Entretenida. El principio, hasta el momento en que empieza la odisea de Wall-E por el espacio, es sin duda lo mejor del film. El realismo del planeta y las expresiones del robot le dan un muy buen aspecto al comienzo. Por lo demás no deja de ser otra de tantas aventuras románticas animadas para niños.
Si, es cierto que contiene un trasfondo crítico hacia la humanidad interesante y que incluso puede llegar a emocionar, pero eso no me parece suficiente para la "mejor película del año". Muchas películas tienen lo mismo. En mi opinión el argumento no es nada del otro mundo y el guión tampoco, por mucho que se repita "Wall-E" y "EVA". Además tiene ciertos detalles que no me cuadraron: si el mundo está despoblado y lleno de basura desde hace 700 años, ¿quién se encarga entonces de producir la electricidad para que funcionen esas pantallas gigantes o la tele del robot?.
Parece ser que esta vez los críticos se han dejado llevar por ese niño que todos llevamos dentro y han decidido que el simpático Wall-E se merecía algo más que el sí merecido galardón de "Mejor película de animación". Habrá que ver en los Oscar.
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